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La energía en un vehículo eléctrico involucra una serie de sistemas y procesos que garantizan una operación eficiente, segura y óptima de la batería y del motor eléctrico, maximizando así la autonomía y el rendimiento del vehículo. A continuación, te decimos el tipo de energía que se usa, cómo se administra y cómo se ahorra teniendo un coche eléctrico.

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¿Qué tipo de energía utilizan los coches eléctricos?

Los coches eléctricos utilizan energía almacenada en baterías recargables para funcionar. Estas baterías se recargan conectándolas a una fuente de electricidad, ya sea una toma de corriente doméstica, estaciones de carga públicas o estaciones de carga rápida. La energía eléctrica se almacena en baterías de iones de litio u otras tecnologías avanzadas que suministran energía al motor eléctrico del vehículo, permitiéndole moverse sin depender de combustibles fósiles.
Esta transición hacia la electricidad como fuente de energía para los vehículos tiene como objetivo reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cómo funciona el motor del coche eléctrico

 

¿Cómo se administra la energía en un coche eléctrico?

La gestión de energía en un coche eléctrico es fundamental para optimizar la eficiencia y el rendimiento del vehículo. Se realiza a través de varios sistemas y procesos:

Batería

Las baterías en los coches eléctricos suelen ser de iones de litio, aunque también se están investigando y desarrollando otras tecnologías. La gestión de la batería implica monitorear su estado de carga, temperatura y nivel de desgaste. Los sistemas de gestión de la batería regulan la carga y la descarga para optimizar la vida útil de la batería y mantener su capacidad máxima de almacenamiento de energía.

Sistema de gestión de la batería (BMS)

El BMS es esencial para garantizar que la batería funcione de manera segura y eficiente. Supervisa constantemente la temperatura y el voltaje de cada celda de la batería para evitar sobrecargas o descargas excesivas que puedan dañarla. También equilibra la carga entre las celdas para maximizar la vida útil y el rendimiento general de la batería.

Control del motor eléctrico

El controlador del motor eléctrico regula la potencia suministrada al motor, ajustándola según la demanda del conductor y las condiciones de conducción. Esto implica regular la aceleración, la velocidad máxima y la eficiencia del motor, lo que contribuye a optimizar el consumo de energía.

Sistema de frenado regenerativo

Este sistema aprovecha la energía cinética generada durante el frenado o la desaceleración y la convierte en energía eléctrica, que se redirige hacia la batería para recargarla. Esto mejora la eficiencia del vehículo al reducir la pérdida de energía que suele ocurrir en los frenos convencionales.

Gestión de la carga

Los sistemas de gestión de carga monitorean y controlan el proceso de carga de la batería. Esto incluye regular la velocidad de carga, distribuir la potencia eléctrica de manera adecuada durante la carga y garantizar que se respeten los límites de temperatura y voltaje para mantener la integridad de la batería a largo plazo

Adiós al diesel, hola a los coches eléctricos

¿Cómo se ahorra con un coche eléctrico?

Menor costo de energía

La electricidad suele ser más económica que la gasolina o el diésel. Los coches eléctricos tienen una eficiencia energética notable, lo que significa que pueden recorrer más Kilómetros con la misma cantidad de energía en comparación con los vehículos de combustión interna. Esto resulta en un menor gasto por kilómetro recorrido.

Menos mantenimiento

Los coches eléctricos tienen menos partes móviles y sistemas menos complejos en comparación con los motores de combustión interna. Al eliminar componentes como el motor de combustión, la transmisión y otros elementos mecánicos, se reduce la necesidad de mantenimiento. Además, los intervalos de mantenimiento periódico suelen ser más largos.

Menor desgaste

La tecnología de frenado regenerativo utilizada en muchos coches eléctricos reduce la necesidad de cambiar con frecuencia las pastillas y discos de freno, ya que gran parte de la energía cinética se convierte en electricidad para recargar la batería en lugar de disiparse como calor durante el frenado.

Incentivos y beneficios fiscales

En muchos lugares, los propietarios de coches eléctricos pueden acceder a incentivos gubernamentales, como créditos fiscales, subvenciones para la compra, exenciones de impuestos sobre la propiedad del vehículo, tarifas reducidas de registro o beneficios adicionales en peajes y estacionamientos.

Eficiencia energética

A medida que se usan los coches eléctricos, se optimiza su eficiencia energética. Además, la programación de la carga durante períodos de tarifas eléctricas más bajas puede reducir aún más los costos operativos.

 

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