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Si conduces un vehículo seguramente sabrás que existen diversos tipos de combustibles para coches y que no todos funcionan igual. Hay vehículos diseñados para combustibles de gasolina y otros de diésel. No obstante, la clasificación no se termina aquí. Por lo que, si te gustaría saber más sobre ello, sigue leyendo este post. Y si te apasiona el mundo del motor y la mecánica y te gustaría aprender más, echa un vistazo al curso en mecánica y electromecánica del automóvil. ¡Síguenos!

¿Qué tipos de combustibles para coches hay?

Hoy en día encontramos una gran variedad de tipos de combustibles para coches, pero ¿cómo podemos diferenciarlos? Resulta difícil moverse entre las complejas arenas de la mecánica, sobretodo si nuestro conocimiento es a nivel de usuario. Por ello, a continuación, te contamos cuáles son los principales tipos de combustibles para coches, así como sus pros y contras.

Diésel

Si lo comparamos con los vehículos de gasolina, los motores diésel son más eficientes en el consumo de combustible, producen menos emisiones de CO2 y son ideales para conducir largas distancias.

Por contra, son más perjudiciales para la calidad del aire y sus componentes mecánicos son más caros. Además, si solo se conducen en terreno urbano sus sistemas de anticontaminación pueden no ser eficientes.

Gasolina

Los motores de gasolina son mejores que los de diésel para conducir por ciudad, son menos dañinos para la calidad del aire y su conducción es más refinada. Ahora bien, son menos eficientes en el consumo de combustible, emiten más CO2 y repostar en España suele ser más caro.

Híbridos

Dentro de los motores híbridos podemos diferenciar entre dos tipos diferentes:

Híbridos combinados

Los híbridos combinados contaminan menos que los vehículos de gasolina y diésel. También reducen el consumo de combustible, sobretodo en ciudad, y hay incentivos para su compra, como impuestos más bajos y ventajas en las grandes ciudades.

Por contra, a velocidades de crucero superiores a los 100 km/h pueden consumir igual o más que un coche de combustión, están asociados a cajas de cambio automáticas y el peso de los vehículos suele ser mayor.

Híbridos enchufables

Los híbridos enchufables tienen autonomía eléctrica y su motor de gasolina funciona solo cuando se le exige una gran demanda de potencia. Además, son más rápidos de cargar que un vehículo 100% eléctrico.

Por contra, son vehículos muy caros y el peso de una batería hace que, cuando no tiene energía, sea muy ineficiente. Necesitan cargarse cada día y pueden llegar a necesitar hasta 5 horas para recargarse.

Eléctrico

Los vehículos eléctricos no emiten ningún elemento contaminante, hay grandes incentivos para adquirirlos y los costos de mantenimiento son mucho menores que los de otros vehículos. Ahora bien, las baterías suelen perder prestaciones en función del kilometraje, la autonomía es más limitada y los tiempos de carga pueden llegar a ser muy largos.

Qué tener en cuenta antes de escoger un combustible

A la hora de escoger un tipo de combustible para tu vehículo, hay una serie de elementos en los que debes fijarte bien:

  • El tipo de viajes que hagamos. Pregúntate si necesitas un coche para recorrer largas distancias a menudo, si lo usas de forma esporádica o si se trata del vehículo con el que vas al trabajo todos los días.
  • Presupuesto. No todos los vehículos cuestan igual, por lo que deberás establecer cuál es tu precio máximo.
  • Sensaciones. Hay personas que pueden preferir conducir vehículos de gasolina antes que de diésel simplemente porque prefieren la sensación que produce. Se trata de un elemento totalmente subjetivo, pero que tampoco debes descuidar.

Así pues, si te interesa la electromecánica y te gustaría saber más sobre el funcionamiento de los vehículos, no dudes en formarte a través del curso en mecánica y electromecánica.