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Hay hábitos al conducir el coche que pueden afectar negativamente en la mecánica del vehículo.

Cada uno tiene sus costumbres y hábitos de conducción que, poco a poco, se van automatizando y realizando instintivamente. No obstante, alguna de estas costumbres puede tener consecuencias negativas en el funcionamiento del vehículo.

 

A continuación os contamos cuáles son los hábitos al conducir más comunes y sus posibles consecuencias en el automóvil.

Mantener el pie en el embrague

Por comodidad muchos de los conductores tienden a mantener el pie encima del embrague, y aunque sean una costumbre muy común, esta afecta negativamente a la mecánica del coche.

 

Retener la mano en la palanca de cambio

Y lo mismo pasa con tener la mano en el cambio de marchas. Este mal hábito acaba desgastándolo, hace que se estropeen los sincronizadores de la caja de marchas.

 

Aumento brusco de la velocidad

Al pasar de cero a 100 kilómetros reducimos el tiempo que se les da al aceite y lubricante para atemperarse.  Los líquidos necesitan coger temperatura y conseguir la fluidez necesaria para engrasar la mecánica del vehículo y si este engrase es deficiente, reduce la vida útil del motor.

 

No usar el aire acondicionado durante todo el año

Durante los meses de invierno hay que activar también el aire acondicionado, ya que un largo periodo sin utilizarlo puede dañar el sistema.

El circuito de aire acondicionado lubrica todos sus elementos con los aceites que se incorporan en la recarga del mismo y el echo de detener su uso durante amplias temporadas puede resecar las juntas produciendo pérdidas de gas refrigerante.